lunes, 15 de septiembre de 2008

Tristeza



Se despertó creyendose aun en sueños. Se calzó su par de nada y se vistió de sucio blanco. Pasó a la cocina pisando cristales y se sirvió 2000 lágrimas de desayuno, las mezcló con un poco de tierra y polvo y se alimentó de miseria para su nuevo día.
Salió a la calle con su cajita de equipaje, en ella guardaba 4 monedas de plata, una bebida caducada, un par de arapos, 200 dolores de pies, un tarrito de betún y 1001 ilusiones rotas. Se encaminó hacia el trabajo andando con la mirada en el cielo y el corazón en el suelo, sin más ocupación que el simple pensamiendo de porque su sentimiento estaba en otro lado, su pelo cardado y sin destreza, comprendió porque se llamaba Tristeza...


Gemma Fanjul