Roth abrió la puerta de su renault 5 rojo y me ayudó a subir. Siembre me había encantado ese coche. Un beso en la mejilla y el motor comenzó a rugir. No teníamos rumbo. Las 10 de la mañana, como de constumbre un sábado en la A-64 hacia ninguna parte. 10:07, y unos 25 segundos, ya me había dormido. Me desperté con frío en la espalda. Me levanté de la cama, la ventana estaba abierta y yo destapada de sueños. Me di cuenta de que no tenía un renault 5 rojo, era domingo. El ni si quiera se llamaba Roth y yo vivo a 450km de la A-64.
Todo comenzó con unas copas de champán, nochevieja, y tan vieja...
Una sonrisa a las doce y unos zapatos estampados. 8cm de preparación. Los ojos brillantes, algo más de lo normal. Sus ojos y 7 días con 450 km. Fue un baile de premoniciones, un baño de alcohol y felicidad. Detrás, uno de los mejores años de mi vida y un cenicero en rebajas. Aun me quedaba mucho por conocer. Fueron varias noches en tarros de helado. Hambre en los ojos y en las manos. Sentimientos a media jornada.
En un septiembre lleno de esperanza, compré un billete sin conocer el destino. Suena el reloj, dan las 5 y se cierran los bares. Papel, lapiz, humo y un plano de cercanias en blanco y negro. No llegará el final. No hoy.
Todas las mañanas me despierta. Es el reloj adolescente, el corazón de caramelo. Es ese alquien que nadie ve pero todo el mundo siente. Ese nadie que sólo yo toco sin saber que me ama y amo con la certeza de que no me quiere. Me pregunta por mi relación con el sol que me regaló. Le cuento que ya no brilla, que en la cama de su jaula le robarón el fulgor, un beso y la razón. Llorando me demanda aquel corazón con el que me sorprendió esa tarde en la estación. Rebusco en mis bolsillos con la certeza de sólo encontrar tristeza. Lo cierto es que al lamerlo se me rompió, y me percate de toda su belleza...
Ahora forcejea por las noches el cerrojo de mi habitación. Los sueños me mienten y la realidad lo desmiente. Voy a morir y en un par de días, que alguien me despierte...
Recuerdo y recordaré siempre los negocios de aquella tarde el trueque de sonrisas y sentimientos en papel tricolor y el manejo de la camará de revelado de los sueños a la atención del solicitante tras haber sido comprobados sus datos aquel día de cumplir 3 primaveras y un invierno en la base de archivos de esta universidad a efectos de sus resultado en los cursos pasados en el que descubrí que en otoño también lucía el sol y que en la oscuridad se podía ver con las manos frias y que lo que sonaba no era el tictac de un reloj y el esfuerzo y constancia manifestada nos es grato comunicarle la aceptación de la solicitud sino el ladrido de algo que se hacía llamar corazón y se encendían las velitas de una nueva vida de 364 días , 1 noche y 1000 y un ilusiones futuras de beca para estudios en el extranjero por lo que con el apoyo de su facultad lo recuerdo como si hubiera sido hace 1 parpadeo usted podrá continuar sus estudios superiores en uno de los países europeos que constan y me acuerdo de algunas voces que me miraban y algunos susurros que gritando me felicitaban en las listas que le enviamos adjuntas a este comunicado además de todo le felicitamos por los resultados obtenidos y le agradecemos su atención y colaboración hoy en los días de este cálido invierno recuerdo no solamente en temas académicos sino extendiéndonos a todo lo social y moral y fabrico un barquito con papel tricolor y sueños que se atribuye a esta universidad le rogamos responda con la mayor brevedad posible y navego por la reminiscencia y le enviamos nuestros más gratos saludos una llamada o un pensamiento quien sabe sobre todo que te acuerdes que recuerdo
Diferente, me gusta serlo, quizás no tanto como quisiera, sin embargo, es una diferencia sin admiración pero...pero de esa forma que te hace pensar, nose... eso dicen.
Quizás sea solo reflejo de una equivocación, o la alternativa a la única opción, mas aveces siento esa sensación de sentirse protagonista... de una canción...